Casi todos conocemos las aventuras de Don Quijote, y nada más extraordinario que su imaginación cuando veía gigantes en lugar de molinos. Compartir con nuestros hijos momentos agradables realizando como manualidad un molino de viento puede ser una bonita forma de contarles aquellas maravillosas aventuras de nuestro ingenioso hidalgo.
Utiliza los materiales que tengas en casa: dos tubos de cartón del papel higiénico, cartulinas, cintas, pegamento, pinturas acrílicas o témperas y un encuadernador.
Utiliza el rollo de papel para el cuerpo principal del molino. Colorea del tono que desees procurando cubrirlo bien. Corta cuatro rectángulos de cartón de dos centímetros de ancho por seis de largo. Pinta las aspas por ambas caras con un color que contraste con el de la base. Una vez que se seque la pintura, decora a tu gusto añadiendo dibujos, cintas, pegatinas, etc.
Recorta en cartulina negra un rectángulo para la puerta y dos cuadraditos para las ventanas. Pégalos al tubo del molino.
Utiliza dos palos largos de madera para sujetar las aspas. Colócalas de forma que queden en cada extremo del palo. Deberá quedar un espacio libre de dos o tres centímetros para que se puedan unir los palos cruzándolos y sujetarlos con un encuadernador. Hacer un agujero también en la parte superior del molino y unir el juego de las aspas con el mismo encuadernador.
Por último, recortar un triángulo de cartulina, formar un cono para el tejado y unirlo a la base.
Con vuestra manualidad de molino de viento terminada, podéis visitar los molinos de viento de Campo de Criptana como parte importante de una ruta en la que disfrutar en familia. Desde nuestro restaurante, te animamos a que vivas su historia y disfrutes de las extraordinarias vistas de los molinos desde el mirador, mientras degustas nuestros exquisitos menús en nuestra terraza de verano.
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